El teatro desde 1939 hasta nuestros días | Selectividad


El teatro fue el género literario más desfavorecido durante la posguerra, ya que se frena en seco la renovación iniciada en los años anteriores por Federico García Lorca y Ramón María del Valle-Inclán. Sin figuras innovadoras y con una fuerte censura, los empresarios de las salas de teatro buscan agradar a las clases más pudientes. La evolución del teatro español después de la Guerra Civil (a partir de 1939) abarca tres etapas.

Años 40

Tiene lugar una continuidad de tendencias anteriores en torno al drama burgués cultivado por autores como Pemán, Calvo Sotelo o Luca de Tena. Los intentos renovadores se centran en el teatro de humor con Miguel Mihura y Jardiel Poncela. Mihura se anticipa al teatro del absurdo con una intención crítica destacando su obra Tres sombreros de copa, marcada por la inverosimilitud de la acción. Entre las obras de Jardiel Poncela destaca Eloísa está debajo de un almendro.

Entre 1950 y 1965

Se desarrolla la generación realista. Realizarán una crítica de la sociedad española de su época a través de una estética realista. Desde el punto de vista formal, el teatro no es muy innovador, pero buscan una identificación del público con los personajes. Entre sus autores destacan:
  • Antonio Buero Vallejo que ejecuta una línea de teatro crítico dentro de unos límites que posibilitan su representación dentro de la España de la censura. Concibe el teatro como un medio de concienciación y agitación que ponga de manifiesto las relaciones entre individuo y sociedad y la necesidad de un cambio social. Destacan entre sus obras, Historia de una escalera y El tragaluz
  • Alfonso Sastre muestra una actitud abiertamente política, lo que le hizo que algunas de sus obras fuesen prohibidas. Destaca entre sus trabajos Escuadra hacia la muerte.

A partir de 1965

Se produce una renovación dramática y teatral, pero también se mantiene una línea tradicional basada en la importancia de los diálogos con autores como Antonio Gala (Anillos para una dama) o José Sanchís Sinisterra (¡Ay Carmela!).

Dentro de la renovación, se abandona el realismo puro hacia unas fórmulas más expresionistas que estarán por encima del propio texto. Esta renovación sigue dos líneas:
  • Autores individuales como Francisco Nieva, Miguel Romero Esteo y Fernando Arrabal, creador del teatro pánico que une lo absurdo con lo cruel en obras como Pic-Nic.
  • Grupos independientes que crean espectáculos de forma colectiva. Destacarán TEI, Els Joglars, Els Comediants o La Fura dels Bauls junto a otros grupos aficionados o del ámbito universitario. A partir de estos grupos despuntarán algunos dramaturgos en el plano individual como Laila Ripoll, una de las autoras más afamadas en la actualidad por abordar temática social en distintos contextos históricos (Guerra Civil, campos de concentración nazi, enfermedad infantil...) junto a la adaptación de obras clásicas.
 

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