La novela en el comienzo del siglo XX estará marcada por dos generaciones, la Generación del 98 y la Generación del 14. La primera de ellas es un grupo generacional compuesto por autores de similar edad, con relación personal, que comparten actos comunes y de actitudes iniciales homogéneas. La producción de la Generación del 98 gira en torno a tres características principales:
- Preocupación social en torno al "problema de España" con una primera época de intención crítica y otra centrada en Castilla como símbolo de España.
- Inquietudes religiosas y existenciales.
- Renovación de la novela con un lenguaje sobrio y asequible superando el modelo realista y naturalista y basado en el impresionismo.
Miembros de la Generación del 98
Miguel de Unamuno trata temas como la tradición, la intrahistoria o el conflicto entre fe y razón. Introduce el concepto de "nivola", narraciones que dan gran importancia al diálogo, donde los personajes pueden llegar a hablar con el autor y donde la trama o hilo argumental pasan a un segundo plano. Entre sus obras destacan, Niebla o San Manuel Bueno, mártir.
Pío Baroja tiene un ritmo más acelerado en su narrativa con una mezcla entre el pesimismo existencial y el vitalismo de algunos de sus personajes. Su lenguaje es claro y sencillo. Organizó su producción en trilogías como La raza, donde una de sus novelas es El árbol de la ciencia o Tierra vasca, donde destaca Zalacaín el aventurero.
José Martínez Ruiz "Azorín" tiene un estilo lento y minucioso muy centrado en las descripciones con tono lírico. Sus novelas se componen por capítulos breves. Destacan La voluntad o Doña Inés.
Habría que añadir a Antonio Machado entre los miembros de la Generación del 98, pero no escribió novela. En el comienzo de siglo, también escribe novela, aunque de corte modernista, Ramón María del Valle-Inclán, autor de Sonatas y posteriormente en una etapa esperpéntica, el ciclo de El ruedo ibérico.
Asimismo, en la misma época destacan varias mujeres novelistas:
Concha Espina fue una autora coetánea a la Generación del 98, pero su novela se alejó de innovaciones estilísticas y de la preocupación existencial, aunque dio gran importancia a personajes femeninos del entorno rural. Una de sus novelas destacadas es Altar mayor.
Carmen de Burgos "Colombine" destacó por su pensamiento regeneracionista a través de artículos periodísticos y novela, convirtiéndose en activista de los derechos de la mujer. Destacan sus novelas Puñal de claveles o La malcasada.
Novecentismo
A partir del 1914, irrumpe un nuevo grupo denominado Generación del 14 o Novecentismo. Se caracteriza por su intelectualismo con un intento de desterrar el sentimentalismo de la literatura. Sus miembros son políticos de ideales europeístas y progresistas. Destacan en ensayo Eugenio D'ors y José Ortega y Gasset y en novela:
- Gabriel Miró: en cuya obra prevalece la forma sobre el contenido, de aire similar al Realismo y con gran presencia de la descripción en un entorno rural (El obispo leproso).
- Ramón Pérez de Ayala: se caracteriza por su intelectualismo y estilo académico (Belarmino y Apolonio).
A partir de los años 20 se superponen a estas tendencias las de las vanguardias, que si bien no destacan por su narrativa, se dan casos como los de Benjamín Jarnés. En los años 30 surge una novela comprometida, de carácter social con César Arconada o Ramón J. Sender.
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